Los gatos siameses

Los gatos siameses. Leyendo una historia, esta decía que era muy dificultoso conseguir gatos siameses, que por el único medio en que se lograban obtener, era a través del Rey de Siam, que poseía el reino hoy conocido como Tailandia, manteniendo enteramente la raza adentro de su palacio como el gato real de Siam, siendo entregados como regalo de algún favor especial. En Inglaterra, por medio de un obsequio que le hizo el Rey de Siam a un embajador de ese país, apareció el primer siamés. Allí en Inglaterra, fueron mostrados, en mil ochocientos cincuenta y uno, en Palacio de Cristal, los primeros gatos siameses, apareciendo por el siglo veinte en exposiciones. Numerosos gatos siameses se importaron en este país, siendo registrados, entre mil ochocientos ochenta y cuatro y el fin del siglo. En ese tiempo nacía una raza, competencias y show. La estructura del gato es importante, mientras que el color es una particularidad preponderante en esta raza. Podemos decir que los gatos siameses son definidos como largos. El modelo de la raza, desde los comienzos, se ha recalcado el largo, líneas alargadas del cuerpo y la forma de la cabeza. Su cuerpo, tubular y muscular, se sostiene por medio de piernas largas y dotado de hermosura por la cola y un cuello prolongados. Su pelaje, extravagantemente se desea lo más corto que se pueda y también adherido a su cuerpo, para que de esta manera se puedan resaltar de un modo perfecto las líneas largas siamesas que poseen. Los gatos siameses

En el caso de la cabeza del gato siamés, posee una delineación con un perfil totalmente recto y su mentón alineado de buena forma; así también es larga. Mirándolo de frente, el extracto de su cara muestra una cuña lisa con grandes orejas completando la cuña y a la vez dándole una forma de triángulo equilátero. Una de las características que sobresalen en la cabeza, son sus profundos ojos azules en forma de almendra y fijados con una tendencia que conduce en la cuña las líneas generales. Una vez que logramos resistir las numerosas propiedades que se nombraron anteriormente, seremos cautivados por sus ojos. Estos animalitos transmiten un gran magnetismo, una mezcolanza de emotividad e inteligencia.

Si mencionamos esta antigua raza, tal vez la más añeja de las diferentes razas, podemos decir que es capaz, como ninguna otra, de lograr comunicación. Es legendaria la vos del gato siamés. Todos ellos platican con su cuerpo y con su voz. Generalmente suelen ser por excelencia “adicto humanos”. Estos aman permanecer en su falda, en la cama, cuando uno está cocinando, subido a nuestro hombro, en el juego de los más pequeños. Es un compañero inseparable, ha nacido para introducirse en el corazón de “su humano” y quererlo incondicionalmente. Los gatos siameses

Es una experiencia única el poseer un gato siamés y la mayoría de las personas que nunca tuvieron un gato, que sintieron antipatía hacia ellos en algún momento, al encontrarse con un siamés, el animalito ha cambiado radicalmente la forma de pensar, siendo que esta por años ha estado arraigada, y de este modo gran cantidad de personas empezaron a ver a los con otros ojos gracias a los siameses. Muy divertido, extrovertido, muchas veces el centro de la reunión, sabe cautivar hasta el más reservado por su gran magnetismo. Es un amigo que nunca se separará de nosotros, este llamado “perro” pero con piel de gato. Irá detrás de cualquier bollito de papel que le tiremos y nos lo devolverá en nuestras mismas manos, quedándose a la espera que nuevamente se lo tiren. Poseen la capacidad de ir de paseo en vehículo, como así también, con mucha tranquilidad con un pretal por la vereda. Con facilidad saben aprender todo y suelen sorprender con nuevas cosas.

Toda aquella persona que tenga un gato siamés, le será muy difícil sentirse solo o llegar a aburrirse. Es un animal perfecto para todo aquel que está en busca de una mascota afectiva y activa.

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